Hoy os presentamos una Carta, que se publicó en Noticias de Navarra el pasado marzo, sobre el reciclaje neumático y los problemas que se están presentando en el Soto de Lezkairu en la implantación del mismo.
Los autores de la carta son Ana Malón Irurita, Juan del Barrio y Julen Mendiguren, en nombre de la Compañía de las 3Rs, Reducir, Reutilizar, Reciclar.
La faraónica infraestructura ¿fomentará el reciclaje y compostaje?, ¿servirá para cumplir los objetivos europeos en materia de recuperación?, ¿separa la materia orgánica (MO)? Destinar recursos para no mejorar los objetivos ambientales exigidos es otra oportunidad perdida.
Desde hace años se ha solicitado a la MCP que haga una evaluación, incluyendo el balance energético, de lo que sucede en la recogida neumática del Casco Viejo de Pamplona. Al parecer dicho informe está en proceso, pero las decisiones sobre nuevas recogidas neumáticas se toman antes de hacer la evaluación y el balance de la existente. En las Ordenanzas de la MCP se incluyó la obligación de incorporar la recogida neumática en las nuevas urbanizaciones a desarrollar. Posteriormente se eliminó dicha cláusula, se supone que por su poca utilidad. Por eso no se puso en marcha la recogida neumática de Ripagaina aunque la planta estaba construida desde hace años. O no se desarrollaba en Lezkairu, a pesar de estar realizada la infraestructura en las calles y la planta pagada por los promotores de la urbanización. El asunto, ¿qué hacer con una infraestructura montada y pagada? Razonablemente no se tenía que haber realizado y ahora tendremos que pagar los gastos de mantenimiento de la puesta en marcha.
Estamos como siempre: imagen de modernidad, cemento y hormigón por todo lo alto (en este caso también por lo bajo), ingenierías avanzadas, etcétera, cuando los primeros y principales objetivos deben ser los de convencimiento-participación de la ciudadanía y la eficiencia global del sistema de recogida y tratamiento. ¿Se habla algo de recogida neumática en alguna directiva europea, Plan Estatal de Residuos, economía circular…?Ni palabra. Precisamente, cuando en toda Europa se está marcando la tendencia de dar importancia a la gestión de los residuos, sobre todo de la MO, aquí se sigue mirando el dedo que apunta a la luna. ¿En qué lugares de Austria, Alemania, Italia, Francia… se potencia actualmente la recogida neumática? En cero. Al contrario, lo que se recomienda es la realización de sistemas flexibles, ligeros y económicos, adaptables a las circunstancias cambiantes, recogidas selectivas diversas de nueva implantación o sistemas de gestión abiertos y diversos, contenedores de diferentes volúmenes y características, recogidas mixtas puerta a puerta y con contenedores, etcétera.
Es falsa la declaración del delegado de la empresa instaladora, que en la visita realizada con el alcalde Asiron a la planta de Lezkairu dice: “Salvo el vidrio, se recogerá el resto de residuos urbanos que se conocen como basura”. Sin embargo, tampoco sirve para la recogida separada de la MO, que requerirá otros sistemas, bien sea puerta a puerta o 5º contenedor, que tendrán que realizarse con camiones. ¿Y los voluminosos? ¿Y los equipos eléctricos, electrónicos, lámparas…? ¿Y los medicamentos, pilas, etcétera? ¿Y los grandes embalajes? ¿Y los residuos de madera? ¿Qué hago con el palo de la escoba?
Cuando en Europa están preocupados por los consumos energéticos, se potencia en la Comarca de Pamplona un sistema derrochador en energía, mantenimiento costoso, averías, dependiente y complejo. La MCP dedica sus esfuerzos a calcular la huella de carbono de sus instalaciones, pero lo verdaderamente interesante es tomar medidas para que disminuya. A la MCP tampoco parece importarle que no se cumplan las directivas europeas en aspectos como reducción de vertido de MO en el vertedero de Góngora, recuperación de biorresiduos, recuperación de envases, del vidrio sin rotura… Se prefieren faraónicas obras como las de Lezkairu. “Se han construido unos 7.000 metros de galerías subterráneas de entre 4 y 8 metros de profundidad”, y añadimos, e insostenibles económicamente. Se confunde la forma con el fondo. Es engañoso hablar de la “beneficiosa desaparición de los camiones de recogida” cuando la contaminación por la construcción, el coste de operación y el mantenimiento de la nueva gran obra es mucho mayor. Y al final resulta que los camiones de recogida no desaparecen. Resumiendo, mucho mejor la realización de infraestructuras de bajo impacto, adaptadas al medio, sostenibles y evaluadas en costes y beneficios, aunque sean menos espectaculares. Para poder minimizar los problemas de los residuos es necesario seguir la denominada jerarquía planteada por la legislación vigente, empezando por la prevención-reducción y aumentando las cifras de reutilización y reciclaje. Por supuesto, también fomentando la educación ambiental, pilar básico imprescindible de toda política de residuos.
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