El Ayuntamiento de Pamplona está estudiando la posibilidad de que toda la ciudad se convierta en zona de estacionamiento limitado.
Esta medida iría de la mano de una ampliación de los aparcamientos disuasorios y una mejora de las condiciones de seguridad en los actuales, tal y como se recoge en el nuevo Plan de Seguridad Vial aprobado por el Ayuntamiento para los próximos tres años (2020-2022) y presentado hoy a la Junta de Movilidad. En concreto, se prevé nuevos aparcamientos disuasorios en zonas como Milagrosa-Azpilagaña; en Mendillorri-Lezkairu, para quienes vengan a Pamplona desde la PA-33; y en la zona de Buztintxuri-Rochapea, para los que llegan de la A-15.
En los aparcamientos disuasorios ya existentes en Mendebaldea, Azpilagaña, Milagrosa y Trinitarios, el Plan prevé la instalación de alumbrado público y cámaras, para mejorar la seguridad de esos espacios. Además, se plantea un control del uso, mediante el establecimiento de un sistema de pago para aquellos vehículos que permanezcan estacionados de continuo en estas zonas. En este sentido, seguirán siendo gratuitos para quienes los usen como aparcamientos disuasorios para sus actividades durante el día, pero los vehículos que pernocten deberán abonar una cuota, que podría ser, por ejemplo, de 1 euro para el segundo día e ir incrementándose en días consecutivo.
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