23 noviembre 2024

Cartas al blog: espacio para adolescentes

¡Hola! M.C. se puso en contacto con nosotros para transmitirnos su inquietud sobre la falta de espacios para los adolescentes del barrio. Propone alguna pista multiusos como las que se encuentran en el municipio vecino de Mutilva.

Buenas
No se si interesa al barrio o no, pero yo creo que los niños van creciendo y necesitando espacios, donde puedan jugar a fútbol, baloncesto…pero no tienen las instalaciones. Ahora mismo tenemos creo muchos espacio desaprovechado en el parque Maravillas y podrían instalarse pequeñas canastas o porterías. Tipo lo que hay en entre Mutilva a cerca de Ama Mutilva (donde los balones no corren riesgo de salir a la carretera).

Los parques se les empiezan a quedar pequeños a los niños más mayores y hoy no cuentan con espacios adaptados a ellos. Skate parks…creo que estaría bien que este tema se empezara a pensar. Porque si hay muchos niños pequeñitos…pero ya empieza a haber cada vez más niños pre y adolescentes y no tienen donde estar.
Saludos

Email de M.C.
Ejemplo pista multiusos urbano

5 comentario en “Cartas al blog: espacio para adolescentes

  1. Hola,

    Creo que MC tiene mucha razón. Hay poca propuesta para los niños y pre adolescentes del barrio.
    Se me ocurre también que colocar mesas de tenis de mesa en la plaza de Maravillas, bajo ese parasol que hay junto a los toboganes, es algo que ocupa poco espacio y que da alternativas de ocio y deporte si no se quieren acometer obras.
    Por otro lado, es cierto que faltan canchas. Quizás al lado del CD Lezkairu se podría empezar a proyectar algo… así como el Civivox que aún no tiene el barrio.

    En fin, mucho por hacer.
    Un saludo

  2. Desde luego.
    Al lado de la plaza, cerca de los columpios; hay parcelas con solo hierba que podrían adecentarse para colocar alguna pista para que mayores y más pequeños puedan compartir la zona. La plaza central es un espacio que debería aprovecharse como punto de encuentro y para fomentar la convivencia de todas las personas vecinas del barrio y visitantes, en un n8mero cada vez considerablemente más elevado.

  3. Estoy totalmente de acuerdo. Hay que dar a los jóvenes de diferentes edades opciones para que se diviertan de una manera sana, y las opciones que planteáis me parecen buenas.

  4. Hola!
    Me parece que estamos cayendo en una absoluta sobre estimulación. Yo, como la mayoría de que escribimos en este blog, tenemos cuando menos, o mejor dicho, cuando más, dieciocho años. Por tanto, hemos sido adolescentes.
    Y que yo recuerde, no tuvimos nuestro espacio, sino que nuestro cerebro, todavía por curtir, nos hizo desarrollar un sentido, que es el de, mal utilizado en este nuestro primer mundo, supervivencia. Nosotros hacíamos del espacio disponible, el nuestro. Lo hacíamos con los bancos de la Plaza de La Cruz, lo hacíamos con las paredes del edificio a «Los caídos» (entrecomillo para que no se me ofenda nadie), con el castigado césped de la vuelta del castillo o con el paraíso de vegetación descuidada y malas hierbas que era otrora nuestro barrio, el Soto de Lezkairu. (Se ve que los propietarios de tales terrenos tenían una visitación que los pobres de herencia no teníamos).
    Los que tirábamos castañas pilongas, nos tirábamos globos de agua y nos caíamos al estanque, no necesitamos de ningún espacio para que pudiéramos desarrollar y pasar, gracias al tiempo, nuestra adolescencia. Lo hicimos porque aprovechábamos lo que teníamos y le dábamos el uso que nuestra imaginación era capaz de darle.
    Así pues, no creo que tenga que haber un espacio para el adolescente, porque para mí, una de las máximas de la educación está en… «que se apañe con lo que tiene». Lugares no faltan en donde estar, cosas no faltan por hacer, bancos no faltan dónde sentarse, césped no falta para jugar a cualquier deporte que a uno se le ocurra.
    ¿¿¿Necesitábamos nosotros un lugar donde juntarnos??? No, lo creábamos. Porque juntarnos, nos juntábamos, y lo pasábamos bien o mal, pero eso ya dependía, dependerá y seguirá dependiendo de cada uno.
    Y, digo, les dejamos hacerse mayores buscándose un poco la vida, para que luego no se les haga tan difícil y frustrante tener que levantarse todos los días, no para ir donde te dejen o tú elijas, o tener que ir al sitio donde te obliga la sociedad que tenemos para ganar el dinero suficiente para pagarse el techo donde vivir? Y si, en vez de pedir y pedir y proteger y proteger les dejamos un poco pensar…
    Lamentablemente el tiempo me da la razón, y la adolescencia no es ni más fácil ni más difícil que hace 30 años. Los peligros han cambiado, pero solo cualitativamente. Son distintos, pero son los mismos.
    Tenemos de todo, tenemos espacios amplios, sitios en dónde estar. Solo hace falta que yo me acomode a cómo es esta vida, no puedo pretender que la vida se acomode a mí. Por eso soy relativamente feliz. Cojo lo que la vida me da, no estoy todo el tiempo deseando cosas que no tengo, ni para mí ni, en el caso de los hijos/as, para los míos/as.

  5. Hola¡
    Veo que el tema de los adolescentes en el barrio nos ocupa y es lógico, algunos a favor otros en contra de las propuestas para espacios. Cada generación de adolescentes es diferente a la otra, diferentes necesidades, diferentes intereses, todo cambia y evoluciona, sano es adaptarnos. Nuestros adolescentes están en desventajas comparado con los de otros barrios, que tienen clubes deportivos, civivox y otras alternativas que ofrecen multiplicidad deportiva organizada, con espacios y mobiliario acorde. La verdad es una lástima no contar con ello. La explicación de qué es un bario nuevo no consuela.

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